
Algunas autoescuelas utilizan sus vehículos como señuelos para llamar la atención y atraer clientes. Es habitual ver en los escaparates y en la publicidad de determinadas autoescuelas, fotografías de vehículos potentes y llamativos, que muchas veces ni siquiera son los que luego se utilizan para impartir las clases prácticas. Son vehículos, en ocasiones disfrazados con ornamentos que los hacen parecer de mayor potencia, que no aportan ningún plus a la enseñanza; más bien todo lo contrario, con spoilers y faldones que lo único que consiguen es poner dificultades al alumno/a a la hora de hacer determinadas maniobras como la del estacionamiento. Se opta por “adornar” o adquirir modelos de gama alta, en lugar de equiparlos con climatizador automático; algo tan necesario como imprescindible en las clases que se imparten en verano. Algo similar ocurre con las motocicletas y ciclomotores de autoescuela. Pudiendo adquirir ciclomotores pequeños y ligeros, que se adaptan con mayor facilidad a las pruebas de pista, y a la estatura de algunos de los alumnos/as que optan a ese tipo de permiso, prefieren emplear otros mayores con aspecto más deportivo, que tratándose de adolescentes, siempre resulta más seductor. Y lo mismo sucede con las motocicletas; se prefieren modelos en los que el alumno/a tiene que adoptar una postura de conducción que si bien puede ser cómoda a la hora de viajar en carretera, no siempre es la mejor para afrontar el zig-zag o el slalom en pista; modelos en los que, si el alumno/a tiene una estatura inferior a la media, puede incluso no llegar con los pies al suelo. Por todo ello, cuidado: Piénsatelo bien antes de escoger tu autoescuela.
Buena reflexión en su conjunto.
ResponderEliminar¡FELICIDADES!
Autoescuela CASTILLA (Santander)
Habrás elegido bien cuando, durante una clase te diga: "Frenando así aprobarías el examen, pero no es suficiente. Si te sale un camión en la carretera podrías tener problemas, vamos a volver a repetir esto, porque no me gusta esa frenada..."
ResponderEliminarHabrás elegido bien a tu formador, cuando, recién aprobado un examen que realmente te ha supuesto esfuerzo preparar, le veas alegrarse contigo.
Mi buen profesor me hizo un excelente recordatorio de última hora "relájate, déjate llevar, piensa en tu niña,..." Presión cero + apoyo absoluto = Aprobado a la primera
Tengo un estupendo profesor, ¡gracias!